Uno de los ejes principales de mis clases es conectar con la danza que nos mueve; invitar a seguir conociendo, descubriendo y disfrutando del cuerpo en movimiento. Para ello, para seguir descubriendo todo lo que la danza nos puede ofrecer es imprescindible que el cuerpo se exprese en todas sus posibilidades y a la vez que cada persona se sienta acompañada para que descubra su potencial y que se cree un lugar seguro y relajado.
Para que eso ocurra, se requiere de un cuerpo disponible e inteligente. El entrenamiento que propongo para mantener ese cuerpo se basa en despertar la conciencia corporal mediante pautas concretas que nos hagan atender al movimiento interno; cómo dialogamos con las fuerzas que nos mueven y con el espacio dónde estamos, observando los caminos físicos que nuestro cuerpo nos ofrece e integrando herramientas que nos ayuden a adquirir la inteligencia y conocimientos que se requieren para la práctica de la danza.
Todo ello mediante ejercicios de improvisación y frases o secuencias de movimiento, desde las cuales trabajaremos los conceptos, las ideas y los valores mencionados.